Cada vez son más las empresas e instituciones interesadas en incorporar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (también conocidos por sus siglas ODS) a sus agendas y planes de desarrollo. Estos objetivos forman parte de un plan mundial para lograr un desarrollo que tenga en cuenta aspectos muy diversos: la igualdad de género, la educación, la salud de los ecosistemas… Por ello, conocerlos es fundamental si queremos comprender y adoptar los ejes que vertebrarán el desarrollo global en los próximos años.

¿QUÉ SON LOS ODS?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el resultado de un acuerdo de Naciones Unidas por el que, en el año 2015, se establecieron 17 objetivos entre los 193 Estados Miembros para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la paz y prosperidad para todas las personas. Estos objetivos, pensados para los próximos 15 años, se articulan en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y parten de la promesa de no dejar a nadie atrás. Son universales, y requieren de la colaboración de gobiernos, del sector privado y de la ciudadanía para asegurar que dejemos un planeta mejor a las futuras generaciones. 

En el siguiente vídeo se detalla cuáles son y qué consisten cada uno de estos 17 objetivos: 

Aunque la mayoría de estos objetivos ha logrado generar un gran consenso, hay quien encuentra lagunas en la formulación de algunos de ellos: por ejemplo, existe una crítica generalizada al objetivo 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), dado que se considera que no puede existir la sostenibilidad en un marco de crecimiento económico ilimitado. Por otra parte, se señala la falta de un objetivo más ligado a la preservación de las culturas y las lenguas, entendiendo este elemento como fundamental en la consecución de un desarrollo sostenible a nivel global.

 

¿DE DÓNDE VIENEN LOS ODS?

Los 17 objetivos, desglosados en 169 metas específicas, sustituyen a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), acordados en el año 2000 para hacer frente a la pobreza extrema y el hambre, combatir enfermedades mortales, ampliar la enseñanza primaria universal y garantizar la sostenibilidad ambiental, entre otras cuestiones. 

Durante los años en los que estuvieron vigentes, los ODM lograron grandes avances en ámbitos como el suministro y saneamiento del agua, la disminución de la mortalidad infantil, la mejora de la salud materna o la lucha contra enfermedades como el VIH/SIDA, la malaria y la tuberculosis.

LOS ODS COMO OPORTUNIDAD

El mundo se enfrenta a desafíos ambientales, políticos y económicos nunca antes vistos. Estos objetivos pretenden ser la hoja de ruta que oriente a los distintos agentes sociales, de manera que logren un desarrollo capaz de abordar estos retos.

Este compromiso debe entenderse desde una perspectiva sistémica: todos los objetivos están interrelacionados, por lo que el éxito o fracaso de unos afecta al de otros. Alcanzar la igualdad de género o mejorar la salud contribuye a erradicar la pobreza; fomentar la paz reduce las desigualdades y contribuye a que la economía prospere.

En definitiva, los ODS representan una oportunidad sin precedentes para que todos los agentes que formamos la sociedad, cada uno desde nuestro ámbito de actuación, aportemos lo que esté en nuestra mano para lograr un mundo más sostenible para todos los que lo habitamos; en otras palabras, para que, entre todas y todos, juntando nuestros esfuerzos y capacidades, podamos crear un mundo mejor.

ACTUALIZACIÓN: El 20 de febrero, EKOMODO fue galardonada por los Reconocimientos go!ODS por su contribución al objetivo 12 sobre Producción y Consumo Responsables. ¡Una muestra más de que trabajar para mejorar el planeta siempre acaba teniendo premio!

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