Fast Fashion, Fast Fashion. Fast Fashion. Parece que haya que hacer un esfuerzo sobrehumano para no vestir cualquier firma que deslocalice su producción para no tener que pagar los costes  reales de la 2ª insuatria más contaminante del mundo: la industria de la moda.

A nosotrxs nos sigue costando digerir el dato, pero la realidad es que  fabricar un solo par de jeans conlleva gastar alrededor de 3.400 litros de agua. Agua que una vez contaminada, vuelve a ríos, lagos y océanos. No solo eso sino que la fabricación de las fibras textiles utiliza alrededor de 9 billones de químicos que también acaban contaminando el suelo, el agua y el aire. Incluso a nosotrxs mismxs (tanto a trabajadorxs como a consumidorxs).

Habemus Slow Fashion

Caaaalma ¡Que no cunda el pánico! Porque hay Slow Fashion para todxs.

Pero… ¿Sabes lo que significa Slow Fashion? Y lo que es más importante: ¿Cómo puede ayudarnos este término a combatir el impacto catastrófico de producir 150 billones de prendas al año?

Para entenderlo es importante que nos remontemos al año 2007; año en el que se abrió un camino alternativo en el mundo de la moda gracias a que se acuñó el concepto Slow Fashion por una mujer inglesa llamada Kate Fletcher.

¿Qué hizo? Propuso algo nunca antes visto a través de sus libros. Y es que Fletcher supo comunicar que podemos producir y utilizar prendas de ropa de manera responsable y reducir así el impacto que supone para el medio ambiente vestirnos. 

En este momento fue cuando empezamos a poner el foco en el ciclo de vida de las prendas: desde su fabricación hasta su consumo, posterior uso y etapa en la que las prendas se convierten en desecho. Cuestión que hasta el 2007 nadie supo objetivar.

Fashion Revolution: porque una industria de la moda responsable es posible

Y en este punto de la película entra en juego la Fashion Revolution, de la que seguro que has oído hablar esta semana en la que celebramos su novena edición.

Seguro que también puedes intuir por dónde van los tiros. Pero preferimos contártelo todo por partes y empezando por el principio:

  1. La campaña Fashion Revolution, fundada por Carry Somers y Orsola de Castro, surgió tras el terrible accidente del derrumbamiento del edificio en Rana Plaza en Dhacca, Bangladesh,  donde murieron  1138 personas  el 24 de abril de 2013.
  2. El edificio era de la propiedad de uno de los dirigentes del partido gobernante y alojaba cuatro fábricas de ropa independientes que empleaban a unas 5.000 personas que producían prendas de vestir para marcas que seguro que ya conoces.
  3. A partir de entonces algunas empresas textiles (no todas) firmaron acuerdos de prevención para que una catástrofe de dicha magnitud no volviera a ocurrir.
  4. Pero la idea de que estos acuerdos no son suficientes (porque la producción e sigue deslocalizando para poder evitar el pago del coste social y medioambiental de dicha  actividad) y la necesidad de dar a conocer alternativas más justas y sostenibles hicieron que, desde ese mismo año, surgiera el movimiento Fashion Revolution para dedicarle un espacio temporal a realizar campañas para la reforma sistémica de la industria de la moda con un enfoque en la necesidad de una mayor transparencia en la cadena de valor. De ahí vienen el “Who Made My Clothes?” que seguro que estás viendo en todas partes.
  5. Más de 100 países se han adherido al movimiento llevando estas iniciativas a escalas nacionales para fomentar otra forma de consumir moda.

REKOmendaciones para esta #FashionRevolutionWeek

En EKOMODO intentamos ser un poco más conscientes cada #FashionRevolutionWeek y por eso tenemos cuatro maravillas que rEKOmendarte para esta semana:

  1. Échale un ojo al documental “The True Cost” . 
  2. Si estás en disposición de hacerlo, haz el curso de “Introducción a la Moda Sostenible” de Slow Fashion Next. 
  3. Consume textil hecho a base de materiales reciclados, fibras naturales 100% o materias primas certificadas ECO.
  4. ¿Conoces Vinted?, ¿Y algún otro lugar en el que hacerte con prendas de segunda mano? Pruébalo y estarás dándole una segunda vida a prendas de otras personas.

¿Y tú?, ¿Quieres saber qué es lo que llevas puesto? 

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